septiembre 09, 2010

Almacenamiento Virtual

Una extensión del concepto de inventario virtual es el almacén virtual. Considerando que los inventarios virtuales satisfacen los requisitos de los clientes a partir de inventarios alternativos en el sistema logístico de una compañía, un almacén virtual es uno donde no todos los artículos para la venta están guardados en el almacén de una compañía.

Más bien, los artículos seleccionados se envían directamente a los clientes desde los inventarios del proveedor, sin ninguna intención por parte de la compañía de almacenarlos. Algunos de los artículos que están agotados en el almacén pueden ser manejados de manera similar. Consideremos una compañía como Amazon, que almacena un alto volumen de títulos de libros en su propio almacén, pero que prácticamente no puede almacenar títulos raros y de bajo volumen. Alternativamente, el manejo se contrata a terceras partes o los envíos se hacen directo desde los vendedores. El resultado es que se necesita menos inversión en la infraestructura logística, a la vez que se mantienen altos niveles de servicio al cliente.

Dado que la intención no es almacenar todos los productos que se van a vender, se pueden manejar los pedidos de los clientes de la siguiente manera: Supongamos que un pedido contiene siete artículos. El sistema de administración de pedidos (SAP) de la compañía identifica que dos de los artículos están en el almacén y envía los artículos requeridos al sistema de administración de almacén (SAA) de la compañía para ser recogidos, empaquetados y enviados desde el almacén que la compañía posee y opera. Las requisiciones de los artículos restantes se envían a los vendedores que mantienen los inventarios físicos de los artículos. Cada vendedor del SAP transfiere la requisición del pedido a su SAA para su procesamiento.

Una clave para usar el concepto de almacenamiento virtual de manera efectiva es compartir la información crítica con los distribuidores. El vendedor comparte información con los distribuidores de lo que está en tránsito, lo que está en el almacén y lo que está en el pedido. El distribuidor, a cambio, comparte agendas de produccción y su propio estado de inventario. Esta visión instantánea de la disponibilidad del producto, a menudo con comunicación mediante la página web, permite una rápida respuesta a la demanda del cliente y minimiza la inversión del capital en el inventario y en los almacenes.