El tamaño a la vez sea el factor más importante en el diseño de una instalación de almacenamiento. Una vez que se determinó el tamaño del almacén, éste actuará como una restricción sobre las operaciones del almacén, éste actuará como una restricción sobre las operaciones de almacén, que puede durar 20 años o más.
Aunque una disposición de instalación interna puede cambiarse con relativa facilidad, la alteración del tamaño general es mucho menos probable que suceda. Aunque la instalación pueda ampliarse posteriormente o el espacio no utilizado pueda rentarse para otros usos, la calidad resultante del espacio podría no ser la ideal.
En general, el resultado de una mala planeación de tamaño puede ocasionar mayores costos de manejo de materiales de lo necesario (en el caso de la construcción de menos espacio del necesario) u obligar a costos innecesarios de espacio sobre el sistema logístico (en el caso de la construcción de más espacio que el necesario).
El tamaño se refiere al contenido cúbico general del edificio (su longitud, amplitud y altura). La determinación del volumen de construcción necesario es una tarea complicada por múltiples factores que afectan la decisión del tamaño. Factores como el tipo de materiales que utilizará el sistema de manejo, requerimientos de pasillos, configuración de la disposición de inventario, códigos de construcciones locales, el área de oficinas y la capacidad de procesamiento de producto influirán en la decisión final del tamaño del edificio. Un punto de inicio es el espacio mínimo requerido para dar cabida al inventario almacenado en el edificio por un tiempo.
Los factores restantes influyen en el tamaño al añadirse al tamaño básico determinado por el inventario.